Jugando a aparcar camiones
Hay juegos que te cuentan su mecánica y no le ves la gracia, hasta que comienzas a jugarlos y al ver que la dificultad aumenta te picas con el juego, y te pegas tardes enteras jugando. El mejor ejemplo de ello, son los juegos de estacionar y mis favoritos son como no podía ser de otra forma por su complejidad, los de camiones.
Pero no os vayáis a creer que son camioncillos pequeños como los que podemos ver haciendo el reparto en los bares del barrio, de eso nada.
Son unos camiones enormes, con un mínimo de 18 ruedas y unos gigantescos remolques, que para maniobrar o estacionar te las ves y te las deseas en algunos niveles. Los primeros obviamente son como se suele decir, para todos los públicos, pero a partir del tercer nivel se ve claramente que has de ser un auténtico profesional para poder completar las tareas, que van desde entregar y/o recoger mercancía, hasta aparcarlo en lugares imposibles o en muelles de carga, diseñados por vuestro peor enemigo a conciencia, con nocturnidad, alevosía y reiteración.
Lo dicho, los juegos de estacionar camiones son para mi gusto de lo mejorcito que hay en cuanto a complejidad, y te garantizan horas de diversión y entretenimiento. Además sirven para la vida real, pues cuando vas con el coche te conviertes instintivamente a fuerza de tanto entrenamiento, en un auténtico campeón del aparcamiento, asombrando a propios y extraños con tu habilidad.
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